En este país de violencia, en el que el rechazo a la muerte de una persona termina en la masacre de otros diez ciudadanos, en el que uno de los problemas más grandes del estado es la corrupción, muestra clara de la falta de empatía y respeto de la sociedad colombiana, y en el que las ideas se argumentan descalificando el oponente; vale la pena hacer ver la irresponsabilidad de usar las enfermedades mentales como insultos. Esta es una tendencia mundial, ya que en cualquier lugar; loco, demente o retardado son insultos, llegando al punto que la psiquiatría ha modificado el nombre de las enfermedades con el fin de disminuir el estigma, por ejemplo, ahora se habla de discapacidad intelectual, no de retardo mental y, de trastorno por síntomas somáticos, anterior hipocondriasis. Esta situación en Colombia se exacerba pues se torna violenta. Un estudio realizado por la Fundación Saldarriaga Concha en 2019 encontró que aquellos con enfermedades mentales sienten temor del hecho de que su diagnóstico sea conocido, por las agresiones que otros con su misma patología han recibido. […]